¿Una Oreja o un Guarderas?
En mi casa
El mejor zurdo de la SelecciónPeruana, el 10 que emociona a todo un país, ese que le gusta mi deporte favorito, el que va por la banda izquierda, me envió un saludo.
El mejor zurdo de la SelecciónPeruana, el 10 que emociona a todo un país, ese que le gusta mi deporte favorito, el que va por la banda izquierda, me envió un saludo.
- Hola, soy Edison Flores y quiero mandar un saludo a Bell. Espero te
encuentres bien. Cuídate mucho. Un abrazo. – terminó sonriendo en el video.
No creía lo que estaba viendo. Mi
futbolista favorito me estaba hablando. Aproveché ese momento para responderle.
Sentí que todos los astros y dioses existentes y por haber se habían alineado
para darme aquella sorpresa. Ser Géminis no es fácil, pues suerte no considero
que la tengamos. Pero, en fin, después de tantas etiquetadas, likes y me
encantas en posts, incluyendo a la foto donde le pedía la mano a su
futura esposa, dieron frutos. ¿Qué le debía repostear? ¿Tenía que ser la
fanática enferma o la educada?
- Te mando muchos abrazos,
¿Escuchaste @EdisonFlores? – etiquetándolo en el video.
- Gracias por los abrazos – respondió.
¡A la v$%76! No podía creer lo que mis
ojos estaban leyendo. Comencé a tener una conversación con él.
- Orejitas <3 mañana dedícame un
gol – le contesté
- Con todo mañana para poder ganar el partido. Espero hacer gol.
Dedicado para todos. El Perú gritará y tú también – dijo.
Cuando estaba a punto de responderle,
me manda un Emoji por un video donde lo había etiquetado hace meses.
- De todas maneras, ganamos mañana.
¡¡¡Sigan con esa actitud ganadora!!! Éxitos para todos. Todo el país está con
ustedes. Jajajaj que vergüenza ese video – continué.
- Jajajajaja – rió – cuídate – dijo despidiéndose.
¿Qué? ¿Acaso le acabo de hacer reír?
En ese momento, hice un #fangoals. El jugador del Monarca
rió con un simple comentario mío.
- Cuídate también, un abrazo –
terminé
Estuve tan emocionada que le conté a
mi mejor amiga. Mientras le decía todo lo que había pasado, me llegó una
notificación de ¡Oh sorpresa! Mi crush del equipo de mis amores, Universitariode Deportes, ¿qué me está pasando? Dos golazos en menos de 45 minutos, como se
dice en el fútbol: “todo sucedió antes
del término de la primera mitad”. El merengue Guarderas. El hombre más
guapo de los clubes locales le había dado like
a mi #TBT, pero eso no fue todo…me habló por interno.
- Hola, ¡qué buena foto! – me dijo –
no la recordaba. Gracias por compartirla
¿Qué hago? ¿Le respondo a ese bombón
asesino? Fue la vida. Es mi momento.
- Hola, gracias. Una foto con uno de
los más fieles del club – le contesté
- Ja! Sales lindas, espero volverte a
ver para que puedas actualizarla y de paso nos conocemos de verdad. Cuídate. –
finalizó
¿QUEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE? Asu,
demasiado para un solo día, para UNA
SOLA NOCHE. Mi corazón estaba a punto de estallar, no dejaba de pensar en
lo que me había pasado. Estos dos chicos, hablando conmigo, con una chica de 21
años, que lo único destacable que tiene es conocer los mejores sitios para comer
chatarra. Decidí no responderle y hacerlo al día siguiente por la tarde. Sabía
que si hacía eso perdía la chance de que me vuelva a hablar, pero prefería
correr el riesgo.
En el centro comercial
Al día siguiente, me fui al centro comercial y mientras caminaba hacia mi tienda favorita, me choqué con unas personas. Me caí y al levantar la cabeza... ¿POR QUÉ A MÍ? Eran ellos. Mi Edison y mi Rafa Guarderas.
Al día siguiente, me fui al centro comercial y mientras caminaba hacia mi tienda favorita, me choqué con unas personas. Me caí y al levantar la cabeza... ¿POR QUÉ A MÍ? Eran ellos. Mi Edison y mi Rafa Guarderas.
- perdón, te ayudamos. – me dijeron.
No sabía qué hacer, estaba confundida.
No sabía lo que estaba ocurriendo.
- por favor, siéntate aquí. – siguió
Rafa. - ¿necesitas algo? ¡Espera! – exclamó – ¿no eres la chica de la foto? Es
ella – le dijo a mi zurdo.
-Nooooo, ella es la del video. – le respondió
– creo que mejor los dejo.
- ¿Está bien? – preguntó
¿Por qué la vida me coloca en estas
situaciones? ¿qué debía hacer? Estuve a punto de dar mi respuesta, pero de la
nada apareció mi mamá y vino a nosotros. Preguntó qué pasó, le contaron. Le
agradeció y les pidió que se fueran, ya que ella estaba ahí para ayudarme. ¡JESÚS!
Gracias ma. ¿pueden creerlo? Me mato el momento. Al final los chicos se fueron
y nunca pude decirles ni sí ni no, y al igual que ellos, creo que les hubiera
gustado escuchar mi respuesta.
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