Domingo Pérez, el fiscal que condenó mi corazón

Domingo Pérez - fiscal - perú

Mi mamá estaba molesta como de costumbre. El juicio por alimentos contra mi papá le estaba pasando factura.

-Saca a pasear al perro, y de paso compras el pan-, dijo gritando.


bart simpson - marge simpson - cama


Crocs, una polera y la correa de Paco. No me hice ni las cejas (y yo sin cejas, no te lo recomiendo) porque ni que me fuera a encontrar al amor de mi vida, ¿no?

Ese keke debería ser un delito


Llegando a la tienda percibí que el ambiente estaba cargado. Levanté la mirada y se encontraba un grandulón que vestía un chaleco verde militar, como mirando a la entrada. Seguí caminando y pedí 6 panes franceses. Pagué y fui a reclamarlos. Paco estaba un poco inquieto.

––6 franceses por favor.

Sentí un tirón: era Paco que estaba jugando con el "señor protegido". Lo jalé porque pensé que estaba incomodando, hasta que el susodicho volteó su mirada.

––No me está fastidiando, tranquila––, entonó con dulce y jovial voz, mientras se acomodaba los lentes.

Resulta que el "señor protegido" era ni más ni menos que el fiscal más sonado de todo el Perú, especializado en delitos de Corrupción de Funcionarios: Domingo Pérez.
Yo ya no podía más. Había algo que lo hacía tan interesante: tal vez su sutileza al hablar, su madurez, la manera en la que esperaba a que le corten el jamón del país me atraía demasiado. Aunque había algo que era más fuerte que todo. Como dijo Axe Bahía, los grandes filósofos de la zamba: quería poner una mano hacia arriba y la otra en su POMPA.




––A veces es un poco juguetón, pero solo con la gente que le agrada––, guiñé el ojo.

Me tocó la cabeza como diciendo "qué linda" y le extendió con la otra mano un café a su amigo verde.

––No me gusta el café. Gracias––, dijo serio.

––Bueno... Si no lo quieres, ¿entonces tú?

––¿Invitarle un café a una menor de edad califica como crimen? ¿O recibirlo en todo caso? Porque no quiero irme presa––, dije fingiendo susto, pero picardía también.

––Si así lo crees, no lo tomes.

Agarré el café sin pensarlo, estábamos coqueteando definitivamente. Tomé un sorbo mientras jalaba la correa de mi perro y me di cuenta que estaba demasiado caliente (el café). Me iba haciendo ideas en la cabeza de que ya tendría un abogado gratis para todas las veces que esté en problemas, incluso para cuando tenga que meter preso a mi papá.

Con un pie en la cárcel


*Suena el teléfono del señor verde, contesta*

––Ya lo está esperando su señora con el huevo revuelto listo––, dijo el verde y a mí se me cayó la cara de vergüenza.

En ese momento Paco me salvó de todo con su pose de popó. 

––Lo siento, ya me tengo que ir. 

Solo me quería ir corriendo y que me tragara la tierra después de haberle coqueteado a un hombre casado. 

Simpsons GIF - caída




Si este OTORONGO te gustó puedes ver más aquí: https://fanficsperu.blogspot.com/search/label/OTORONGOS?&max-results=6
















3 comentarios:

Con la tecnología de Blogger.